La marcha y la carrera desde cientos de millones de años han sido utilizadas como medio natural de desplazamiento, desde las largas caminatas en búsqueda de alimento, de agua potable, de cobijo hasta las largas carreras para afrontar la caza por persistencia consistente en perseguir a la presa hasta dejarla completamente exhausta, gracias a nuestra maravillosa obra de ingeniería de control de la temperatura corporal que es el sudor ( la mayoría de animales ante un esfuerzo físico prolongado controlan su temperatura corporal mediante el jadeo, la salivación, que es la que le proporciona esa refrigeración en la cara, pero la humana es mucho más efectiva de ahí que se pueda cazar un animal simplemente persiguiéndolo hasta que caiga al suelo extenuado).
Esta
es nuestra naturaleza, desde que el hombre es hombre, “debemos ganarnos el pan
con el sudor de nuestra frente”, o era así, hasta que inventamos este mundo
actual, dónde el alimento es abundante, y ya no es necesario correr tras él, por
suerte, como mucho cargarlo una vez a la semana o cada dos días.
Por tanto, todo
el mundo está de acuerdo en afirmar que el correr y el marchar, como habilidades
motrices básicas, nacen a partir de habilidades perceptivas, las
cuales están presentes desde el momento del nacimiento, son comunes a todos los
individuos y han permitido la supervivencia de la especie, hasta ahora; y digo
hasta ahora, pues en los últimos años han aparecido varios factores que están
alterando todo esta evolución.
Por un lado, como he
pincelado antes, el sedentarismo galopante desde edades tempranas, que hace
que pasemos cada vez más tiempo desde la infancia sentados, hipnotizados por
las pantallas, lo que han denominado científicos como la “nintendonización”; aumentando hasta datos preocupantes la obesidad infantil y la falta de
especialización de esos patrones de movimientos básicos, por lo que la carrera
se vuelve torpe ,en el mejor de los casos, apareciendo problemas coordinativos,
de equilibrios etc.
Así mismo, el exceso de
protección del calzado, hace que poco a poco, nos alejemos de esos patrones
motrices básicos. Correr que debe ser algo natural, innato al ser humano, bajo
el apoyo de una de las creaciones más ingeniosas jamás inventadas que es el pie y
todo su entramado de 26 huesos, de repente, y amparados en estudios científicos
de dudosa o nula proyección están siendo desde el nacimiento mutilados,
escondidos y denostados. ¿Para qué la evolución hizo que tantos huesos, músculos,
tendones se especialicen? ¿Para qué esa sensibilidad extrema en las plantas de
los pies si la ocultamos tras unos calcetines y unas zapatillas con 14-15 mm de
espesor en la suela?
Hebert, podemos decir es uno
de los precursores del actual movimiento Barefoot Running ,muy de moda
últimamente en todo el mundo a partir de la publicación del libro “ Nacidos para
correr” de Christ Macdougall. El libro se inspira, al igual que lo hizo en sus
tiempos Hebert, en el estudio de una cultura que no se ha dejado influenciar
por las modas impuestas por la industria del consumo, debido a sus condiciones
de vida, ajenos a toda la tecnología que invade nuestro “primer mundo”, siguen
corriendo de forma natural. Ellos son los Raramuri o indios Tarahumara, cuya
traducción sería “ los de los pies ligeros” que como Atila, corren con
sandalias, sin sistemas de amortiguación, ni pronación ni tecnología alguna en sus pies, llegando a recorrer diariamente
cientos de kilómetros sin padecer lesiones relevantes.
Varios estudios
científicos actuales avalan esto, en
el año 2010, el Dr, Lieberman tambaleó los cimientos del mundo running con su
artículo publicado en la revista Nature denominado "Patrones de pisada y
fuerzas de colisión entre corredores descalzos y calzados”, llegando a la conclusión
que los corredores descalzos lo hacen de una forma diferente a los corredores
que usan calzado amortiguado, en especial cabe destacar el impacto que se
produce en el talón en los corredores que usan zapatillas amortiguadas, que repercute
directamente en las articulaciones de la rodilla, cadera etc. En los corredores
descalzos el impacto se hace con el metatarso, de medio pie, amortiguando
mediante la flexión de rodilla el impacto, al no tener una plancha de goma en
la planta del pie, el corredor descalzo debe absorber ese impacto con el
suelo mediante su técnica de carrera, que no es otra que la técnica natural, esa
técnica de carrera para la cual estamos diseñados, que se supone es una
habilidad motriz básica, inherente al ser humano pero como ha demostrado el
estudio de Lieberman estamos modificando al usar calzado amortiguado.
En la actualidad, no existen estudios científicos que
demuestren que las zapatillas con amortiguación mejoran el rendimiento deportivo
o reducen el riesgo de lesión, podemos decir que toda la industria del calzado
se ha basado en puro marketing, al igual que lo ha hecho la industria
cosmética.
Anteriormente,
en 2009 un estudio de Departamento de Biología de la
Universidad de Amberes, llegó a la conclusión que el uso habitual de calzado
moderno (rígido, grueso y estrecho) influye tanto en la forma global del pie
como en el reparto de presiones. Los que caminan habitualmente descalzos tienen
los pies más anchos y reparten mejor las presiones lo que puede influir
positivamente en las lesiones y en menor medida en el rendimiento deportivo.
Los investigadores belgas señalan que caminar descalzos frecuentemente puede ayudar a preservar la función natural del pie favoreciendo una correcta distribución de las presiones y devolviendo la forma natural a nuestros pies.
Inciden especialmente en la importancia de caminar descalzos en la infancia, fase clave en el correcto desarrollo de los pies, y recomiendan prescindir de calzado rígido y estrecho optando en su lugar por zapatillas minimalistas flexibles y de puntera amplia.
Por último destacar las escasas dolencias que reportan en las extremidades inferiores las poblaciones descalzas que contrastan con los crecientes problemas en la población occidental.
Août, d’, Kristiaan; Pataky, T.C.; Clercq, de, D.; Aerts, Peter – The effects of habitual footwear use: foot shape and function in native barefoot walkers – In: Footwear science, 1:2(2009), p. 81-94. http://hdl.handle.net/10067/850980151162165141
Los investigadores belgas señalan que caminar descalzos frecuentemente puede ayudar a preservar la función natural del pie favoreciendo una correcta distribución de las presiones y devolviendo la forma natural a nuestros pies.
Inciden especialmente en la importancia de caminar descalzos en la infancia, fase clave en el correcto desarrollo de los pies, y recomiendan prescindir de calzado rígido y estrecho optando en su lugar por zapatillas minimalistas flexibles y de puntera amplia.
Por último destacar las escasas dolencias que reportan en las extremidades inferiores las poblaciones descalzas que contrastan con los crecientes problemas en la población occidental.
Août, d’, Kristiaan; Pataky, T.C.; Clercq, de, D.; Aerts, Peter – The effects of habitual footwear use: foot shape and function in native barefoot walkers – In: Footwear science, 1:2(2009), p. 81-94. http://hdl.handle.net/10067/850980151162165141
Y
en España, Isabel Gentil García profesora Titular de la Escuela Universitaria
de la Complutense de Madrid, llegó en 2007 en su artículo titulado: “Podología
preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes” a la conclusión: "En la
actualidad hay una tendencia a calzar a los niños precozmente. Encontramos que
el movimiento físico y el estímulo sensorial del bebé a través de los pies
descalzos es factor de aceleración de maduración, del desarrollo propioceptivo
y del desarrollo intelectual del niño."
http://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/view/RICP0707120027A/18634
http://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/view/RICP0707120027A/18634
Está
pues claro, no podemos ir en contra de la naturaleza, la obra de ingeniería que
es el cuerpo humano ha sido el resultado de un diseño que ha tardado cientos de
miles de millones de años en terminarse, nada es baladí, nada es al azar,
debemos desarrollar las facetas para la cual hemos evolucionado sin abandonar
nuestra esencia, aprisionar la base sobre la que se sustenta nuestro cuerpo diariamente, desde que nacemos, sin darle la posibilidad de desarrollarse es una aberración, simplemente por arraigo social, debemos dejar que nuestros niños/as tengan esa oportunidad de desarrollo, que experimenten con sus pies desnudos, que corran, salten, vivencien diferentes texturas que le proporcionaran esos patrones básicos de movimientos y no olvidarnos cada día de esa conexión con nuestra madre tierra.
Hace
ya casi dos años, después de estar mucho tiempo sin poder correr por una lesión,
que según los médicos la iba a tener de por vida, decidí probar esto de correr
descalzo, cambiar la técnica de carrera, seguir poco a poco un plan de
transición y abandonar las zapatillas amortiguadas. Solo os puedo decir, que jamás
había participado en una carrera con
anterioridad y con la ayuda y motivación de mi compañero Faustino Carmona, me
estrené como corredor, recorriendo la distancia de 58 kilómetros en las 24h de
las Breñas, posteriormente terminé una
de las carreras de montaña más duras de Andalucía, Jarapalos, y alguna que otra
más, y actualmente estoy preparando los
101 kilómetros de Ronda junto a los compañeros de Trail Running Málaga. Cada día
me siento mejor, (y eso que cada día soy más viejo), no tengo las rigideces ni la
pérdida de movilidad articular que notaba 10 años atrás, cuando corría con
zapatillas amortiguadas, no he sufrido lesiones importantes, tan solo
sobrecargas y roturas fibrilares propias del sobreentrenamiento, y disfruto de
la carrera, sobre todo cuando salgo descalzo, pues se abre ante mí todo un
mundo de sensaciones, de temperaturas, de contrastes, de comunión
con la naturaleza. ¿Te lo piensas seguir perdiendo?
http://carrerasdemontana.com/2012/08/14/correr-descalzo-con-los-tarahumara-por-nano-piesnegros-cronica-de-la-ultramaraton-de-los-canones-2012/